El género es una construcción social, dependiendo de tu lugar de nacimiento se te asignará un rol social u otro. No es cierto que las mujeres estén, por naturaleza, mas capacitadas para cuidar. Ni que los hombres, por naturaleza, estén más preparados para el trabajo fuera del hogar. Ambas ideas son constructos sociales. La masculinidad y la feminidad se aprenden. El rosa y el azul, los coches y las muñecas, las cocinitas y los laboratorios no tienen género. Es la cultura y la sociedad la que se los adjudica. Laura Marcilla ha trabajado estas ideas con nuestro alumnado, ha realizado un proceso de análisis y deconstrucción de estos conceptos de masculinidad y feminidad que nos acompañan desde la infancia y que nos impiden avanzar hacia una sociedad más igualitaria.
Nuestro alumnado de 3º de ESO ha descubierto que no hay una determinación biológica en casi nada de lo que nos rodea. Decía Gasset que el “ser humano no tiene naturaleza, tiene historia”, somos animales bioculturales y aprendemos las ideas y comportamientos en los que nos socializan. Esa es una buena noticia, si es aprendido no hay determinación, y eso significa que podemos, y debemos, cambiarlo.
