PIENSA. TODAVIA NO ES ILEGAL.
Si Platón despertara hoy quedaría asombrado. No solo por nuestro desarrollo técnico y tecnológico. Quizá esto le sorprendería, o le dejaría anonadado durante un tiempo, pero después se centraría en lo que siempre le importó: el ser humano y la búsqueda de la verdad. Y descubriría que hemos avanzado muy poco. Es más, descubriría que “su caverna” es, ahora, más real que nunca.
Estando rodeados de noticias falsas o “cocinadas” para que sepan mejor, la filosofía es más necesaria que nunca. Quizá por eso tratan de eliminarla o quitarle importancia en los planes de estudios. Este saber “inútil” (Aristóteles dixit) solo nos ayuda a vivir humanamente, a poder reflexionar sobre lo que nos rodea para poder cambiarlo. A pasar del ser al deber ser.
Hypatia nos exhortaba a pensar: “Aún el pensamiento equivocado es mejor que el inexistente”, decía. No nos olvidemos de que somos seres racionales, está en nuestra esencia. Pensar nos hace libres, nos permite “llegar a ser los que somos”. En un mundo de apariencias solo la reflexión y la duda pueden ofrecer algo seguro. Quizá no se encuentre la verdad, la felicidad, ni la riqueza, pero el acto de pensar es algo revolucionario y subversivo, algo por lo que la gente moría no hace tanto tiempo. Pensar rompe las cadenas que nos atan a la caverna.
Insisto: piensa, es gratis y, todavía, legal.
